Cuando llegamos a casa con un bebé recién nacido, puede que hayamos aprendido mucho en las clases preparto sobre cómo alimentarles, cómo cambiarles el pañal o a prepararles un baño de 10 pero seamos honestos… ¿cuánto nos hablan de cómo es el sueño de los bebés recién nacidos y qué deberíamos esperar sobre éste?
La verdad es que es un tema del que no se informa lo que se debería y esto hace que nuestras expectativas (sobre todo si somos primerizos) estén muy alejadas de la realidad, generando frustración, ansiedad y muchas veces culpa por creer estar haciéndolo mal.
Conocer cómo es el sueño en los bebés recién nacidos y cómo evoluciona el sueño en el primer, segundo y tercer mes nos ayudará a entender mejor a nuestro bebé, nos preparará para afrontar situaciones de cansancio y tendremos pautas para saber cómo actuar y establecer así hábitos de sueño saludables desde su nacimiento.
Porque dormir es salud; el sueño es una necesidad fisiológica básica (para bebés y adultos) y nos debería preocupar ofrecer a nuestro bebé un buen descanso igual que nos preocupamos de que esté alimentado cuando tiene hambre.
Pensemos algo… pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo y necesitamos dormir para vivir. Cuando nosotros como adultos dormimos mal esto nos afecta a nuestra concentración, a nuestra energía y a nuestro humor.
Así que imaginemos qué ocurre cuando los bebés no descansan lo suficiente… la deficiencia de sueño afecta a su capacidad de aprendizaje y memoria. Los estudios demuestran que los bebés y niños que sí duermen lo que necesitan, son bebés que se relacionan mejor y están de buen ánimo. Sin duda, un buen descanso mejora su rendimiento intelectual y concentración.
Hoy vamos a comenzar con la serie de posts sobre la evolución del sueño por edades; porque no os vamos a engañar, el sueño infantil es un mundo muy complejo y basta que te hayas acostumbrado por fin a una etapa para que todo cambie y evolucione.
¿Cuántas horas duermen los bebés recién nacidos de 1, 2 y 3 meses?
Los bebés recién nacidos duermen muchas horas; durante aproximadamente las primeras semanas o primer mes de vida, duerme una media de 16 horas cada periodo de 24 (estas horas se reparten entre sueño diurno y nocturno).
El sueño en los bebés recién nacidos al inicio es polisecuencial (duermen en varias veces a lo largo de 24 horas; es decir, varias siestas). Su patrón de sueño es todavía muy impredecible y suele estar regido por el hambre; se despiertan, comen y vuelven a dormir ya que no están preparados para aguantar largos periodos de tiempo despiertos sin llegar al sobre cansancio (sus ventanas de sueño son muy cortas las primeras semanas de vida).
¿Cuánto duran las siestas de un bebé recién nacido?
Las siestas de un bebé recién nacido suelen tener una duración muy variable y no deberíamos preocuparnos si todas sus siestas son cortas, lo importante es que les ofrezcamos momentos de descanso cada poco tiempo y estemos atentos a sus señales de cansancio y ventanas de sueño para saber cuándo es el momento de dormir.
¿Cuándo empieza un bebé a distinguir entre el día y la noche?
El sueño en un bebé recién nacido es completamente caótico y esto es así porque su ritmo circadiano (o reloj biológico interno) todavía no está regulado. Su sueño es ultradiano y esto hace que no siempre sean capaces de distinguir día y noche por lo que podemos encontrarlos durmiendo largos periodos de tiempo por el día pero luego por la noche que pasen horas despiertos sin ninguna señal de querer volver a dormir.
A partir de las 8-10 semanas o cuando el bebé tiene entre los dos y tres meses de vida el ritmo circadiano se regulará y comenzarán a distinguir entre día y noche.
Tengamos también en cuenta que el sueño de los bebés los 6 primeros meses de vida es muy distinto a cómo será después. Hasta los 4 meses solo tienen 2 fases de sueño (sueño activo y sueño tranquilo) y no es hasta los 4 meses que empiezan a integrar el resto de fases (una fase REM y 4 fases de sueño NREM).
Cada ciclo de sueño (que se compone de estas dos fases) dura aproximadamente entre 45 y 60 minutos, así que no es de extrañar que un bebé recién nacido se puede estar despertando cada hora para alimentarse o simplemente para mantener la alerta de su cuidador.
¿Lo sabías…?
Un bebé hasta los 4 meses tiene un mayor porcentaje de sueño REM (o tranquilo) que en el adulto o bebés más mayores. Esto es así porque en el sueño REM lo que se consigue es integrar los aprendizajes mientras que en el sueño REM nuestro cuerpo se repara físicamente, se regeneran los tejidos, órganos, etc.
Ahora parémonos a pensar..la naturaleza es muy sabia y si los recién nacidos duermen así es por un motivo muy claro. Los bebés están todo el día captando información nueva, creando recuerdos y experiencias… sin embargo, su actividad física no es mucha. Es por esto que duermen más tiempo en sueño REM, para reorganizar sus cerebros, todos los procesos de aprendizaje y consolidar la memoria. Por eso es vital que duerman lo necesario tanto durante el día como de noche… necesitan descansar para seguir aprendiendo y desarrollándose.
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