Crisis de lactancia: ¿Qué son?
Las crisis de lactancia, también conocidas como brotes de crecimiento, son etapas en las que el bebé se muestra más demandante, quiere mamar con mayor frecuencia, se irrita con facilidad o cambia su patrón habitual de succión. Estos cambios son completamente normales, forman parte del desarrollo y tienen una función clave: ajustar la producción de leche materna a las nuevas necesidades del bebé.
¿Cuándo suelen ocurrir?
Aunque cada bebé es diferente, existen momentos comunes en los que suelen aparecer estas crisis:
- Segunda noche de vida
- Alrededor de la primera semana
- A los 15 días
- Hacia las 6 semanas
- A los 3 meses
- Alrededor de los 12 meses
Durante estas etapas, es probable que el bebé demande el pecho con más insistencia, lo que puede generar preocupación o confusión en los cuidadores. Sin embargo, estas crisis son pasajeras y forman parte del proceso natural de adaptación entre el bebé y la madre.
¿Cómo afectan al sueño?
Es frecuente que, durante una crisis de lactancia, el sueño del bebé también se vea alterado. Puede dormir menos, despertarse más seguido o necesitar el pecho para calmarse y conciliar el sueño. Esto se debe a que su sistema nervioso está más activo, y el pecho no solo lo alimenta, sino que le brinda seguridad y regulación emocional.
¿En qué se diferencian de una regresión del sueño?
Las regresiones del sueño están relacionadas con hitos del desarrollo neurológico, mientras que las crisis de lactancia están vinculadas al crecimiento y a la demanda de alimento. Si el bebé presenta cambios en el patrón de sueño y en la forma de mamar (como irritación al pecho, succión inconstante, estiramientos o enganches repetidos), probablemente se trata de una crisis de lactancia.
¿Cómo acompañar una crisis de lactancia?
- Ofrecer el pecho a demanda, sin horarios ni restricciones.
- Favorecer el contacto físico constante, especialmente el piel con piel.
- Evitar la introducción de chupetes o biberones sin indicación profesional, ya que pueden interferir con la lactancia.
- Buscar acompañamiento profesional si surgen dudas, angustia o fatiga. Contar con apoyo puede marcar una gran diferencia en cómo se transita esta etapa.
