¿Cómo es el sueño en los bebés desde los 8 a los 12 meses?
Nuestro bebé ha cumplido 8 meses y pensamos que su sueño ya debería ser maduro porque tiene todas las fases de sueño que mantendrá hasta que sea adulto (aunque están en proceso de maduración). También es habitual que pensemos que debería ya dormir mucho mejor (o incluso del tirón) porque eso dicen las creencias populares, pero la verdad es que a partir de los 8 meses, los bebés viven una auténtica explosión en su desarrollo tanto físico como cognitivo y como ya habréis experimentado en estos meses de crianza, cualquier cambio externo o interno, afecta a su sueño. A esta etapa en el sueño infantil se la conoce como la regresión de los 8-10 meses y se caracteriza porque nuestro bebé está más irritable, más demandante de sus figuras de apego (sobre todo la madre) y los despertares pueden incrementarse a la vez que se resisten más a la hora de ir a dormir tanto por la noche como en las siestas. Diría que es una de las épocas más intensas para los padres junto con la regresión de los 4 meses y hay algunos factores que son claves para entender por qué puede que notemos que ahora duermen mucho peor:
- Empieza la angustia por separación
- Pueden comenzar a ser más independientes en el movimiento (gateo y sobre el año empezar a ponerse de pie y primeros pasos)
- Dentición
Como veis, son muchos cambios, así que vayamos por partes:
La ansiedad por separación en los bebés a partir de los 8 meses
Quizás es la primera vez que escucháis este concepto, pero si os digo que si notáis que desde los 8 meses vuestro bebé es veros salir por la puerta o desaparecer de su vista y echarse a llorar como si no os fuera a ver nunca más, ¿os suena? O si pensáis que ahora solo quiere “mami” todo el tiempo, que ya no es fácil dejarlo con otras personas o que cuando una persona no tan conocida para él le coge, se agarra a mamá o papá como antes no hacía. Sí, esto es la angustia por separación y seguro que pensáis que cada vez vais a peor porque antes podíais dejarlo en la hamaca y ahora es un pequeño koala pegado a vosotros todo el día… pero es una etapa más en su desarrollo normal y saludable. Este concepto define algo muy importante que es la permanencia de un objeto. Antes de los 8 meses el bebé pensaba que bebé y cuidador principal eran la misma persona pero a partir de esta edad, entiende que sus cuidadores son personas diferentes a él. Además tengamos en cuenta que los bebés no tienen noción del tiempo; por tanto cuando mamá o papá se alejan y desaparecen de su vista, para el bebé no están (aunque estés solo detrás de la puerta) y no sabe cuándo vas a volver. Eso le genera angustia y su forma de comunicarlo es llorando (para mantener así cerca a sus figuras de apego). Para nosotros como adultos es extraño y quizás una actitud “exagerada” pero para ellos puede ser una etapa complicada a nivel emocional. Es normal que os agobiéis un poco con este cambio de actitud, pero sabiendo por qué ocurre y que al final es un signo importante de que tiene un fuerte vínculo con nosotros y que por tanto estamos construyendo un apego seguro con nuestro hijo/a, ofrécele el apoyo que necesite y permanece cerca de él (os prometo en el próximo post daros trucos para superar esta angustia por separación).
Más independencia en su movilidad a partir de los 8 meses de edad
Sobre esta edad los bebés adquieren más movilidad y comienza el gateo, se ponen de pie e incluso pueden empezar sus primeros pasos. Pensemos que cada vez que adquieren una nueva habilidad esto puede repercutir en su descanso incrementándose los despertares para practicar incluso en la noche. Pensemos que hasta hace poco no podían hacer prácticamente nada por sí solos pero cuando consiguen desplazarse de un lado a otro esto les da una “libertad” que antes no conocían y que es normal que les parezca toda una aventura emocionante. Así que sí, el gateo y comenzar a andar puede traducirse en más despertares y también en que la hora de dormirse por la noche y en las siestas se alargue de forma interminable. Antes de que dominaran estas habilidades probablemente se dormían rápido… pero ahora, les colocamos en la cama o en la cuna y empiezan a girarse, a moverse, a ponerse a cuatro patas, a gatear de un punto a otro de la cuna. Nos están enseñando todo lo que han aprendido y sí, es verdad, para nosotros no es el mejor momento de exhibiciones, pero entendamos que es algo normal. Dormir es aburrido comparado con la exploración del mundo que se les acaba de abrir ante sus ojos… ¿para qué dormir? Pero tranquilos, os aseguro que una vez que ya dominan esta nueva habilidad dejarán de hacerlo porque ya no será novedad. También podéis practicar mucho durante el día porque cuando hayan adquirido este hito de desarrollo volverán a descansar como antes.
Cómo afecta la dentición en el sueño de los bebés de los 8 a los 12 meses
Muchas ocasiones achacamos las malas noches de nuestros peques a la salida de los dientes, pero dejadme que os diga algo… los dientes duelen cuando rompen la encía. Así que si lleváis meses con noches toledanas, lo más seguro es que no todo sea culpa de la dentición. La salida de los dientes es diferente en cada bebé; pueden salir entre los 4 meses o el año de vida pero en la mayoría de casos coincide con este periodo de 8 a 12 meses la erupción de la mayoría dientes. Estos son los motivos por los que esta época en la vida de los bebés es tan “movidita”; en el próximo post os explicaré cómo podemos ayudarles a dormir mejor en esta etapa de tantos hitos y cambios. Recuerda que si tienes la necesidad de realizar una consulta profesional o necesitas un plan de sueño con acompañamiento profesional para el cambio de hábitos de sueño de tu bebé nuestras profesionales sanitarias podrán ayudarte. ¡Contacta con nosotros!
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