La melatonina es una hormona producida naturalmente por el cuerpo humano y que regula el ciclo de sueño y vigilia. Se sintetiza en la glándula pineal y se libera durante la noche para promover el sueño. La cantidad de melatonina que se produce en el cuerpo disminuye con la edad, por lo que a muchas personas mayores les resulta más difícil conciliar el sueño.
Los bebés no producen su melatonina propia hasta las 8-16 semanas (antes cuentan con la reserva de su madre) y generalmente producen menos cantidad que los adultos. Por esta razón, los bebés pueden tener dificultad para conciliar el sueño y despertarse durante la noche. Mientras crecen, la producción de melatonina mejora y se vuelven más capaces de regular sus patrones de sueño.
La melatonina también se puede tomar como suplemento para ayudar a conciliar el sueño, especialmente si se ha alterado el ciclo de sueño por el cambio horario, el trabajo nocturno o el jet lag. No se recomienda el uso de suplementos de melatonina en bebés, a no ser que esté debidamente pautada por el pediatra del peque, y debemos tener en cuenta que solo producirá mejoras (si las produce) en el tiempo de conciliación inicial de sueño al inicio de la noche, pero no reducirá los despertares. Los suplementos de melatonina no se han estudiado adecuadamente en bebés y no se conocen los efectos a largo plazo de su uso en los más pequeños. Además, los suplementos de melatonina pueden interferir con el desarrollo normal del sueño y del ritmo circadiano, lo que puede afectar negativamente a su desarrollo. Por esta razón, es importante que los padres hablen con su pediatra antes de utilizar cualquier suplemento de melatonina para sus bebés y que estudien otra vías de intervención para solucionar las dificultadas que pueden tener con el sueño de su peque.
