Laringomalacia en bebés: qué es, síntomas y evolución
¿Qué es la laringomalacia?
Laringomalacia es una malformación congénita leve de la laringe, que causa un colapso parcial de los tejidos blandos situados sobre las cuerdas vocales durante la inspiración. Es la causa más frecuente de estridor laríngeo en lactantes.
En la mayoría de los casos, se considera una condición benigna y transitoria que mejora de forma espontánea durante el primer año de vida.
Laringomalacia en bebés y lactantes
En el contexto infantil, la laringomalacia en bebés puede detectarse desde las primeras semanas de vida. Suele manifestarse cuando el bebé realiza un esfuerzo al respirar, sobre todo al estar tumbado boca arriba, al dormir o durante la alimentación.
Es más común en bebés de pocos meses y tiende a mejorar gradualmente entre los 6 y los 18 meses, sin necesidad de tratamiento en la mayoría de los casos.
¿Cuáles son los síntomas de laringomalacia en bebés?
Los síntomas más frecuentes incluyen:
- Ruido respiratorio agudo o estridor al inspirar, especialmente cuando el bebé está tumbado.
- Dificultad para alimentarse o cansancio durante la toma.
- Reflujo gastroesofágico asociado.
- Despertares nocturnos o interrupciones del sueño por incomodidad respiratoria.
¿Cuándo preocuparse por la laringomalacia?
La mayoría de los casos son leves y no requieren intervención. Sin embargo, se recomienda consultar si:
- El bebé presenta pausas respiratorias frecuentes o apnea.
- Existe una pérdida de peso o dificultad para alimentarse.
- Hay un esfuerzo respiratorio excesivo o coloración azulada alrededor de los labios.
¿Cómo afecta la laringomalacia al sueño del bebé?
En bebés con laringomalacia, los ruidos respiratorios pueden intensificarse al dormir, especialmente en decúbito supino. Aunque no suele afectar al descanso de forma severa, en algunos casos puede generar microdespertares frecuentes o dificultar la conciliación del sueño.
¿La laringomalacia desaparece sola?
Sí. En la mayoría de los casos, la laringomalacia se resuelve por sí sola sin necesidad de tratamiento. Generalmente mejora hacia los 12-18 meses, cuando las estructuras de la laringe maduran y se fortalecen.
En casos excepcionales, puede requerirse valoración por ORL o tratamiento quirúrgico si hay complicaciones respiratorias severas o dificultades persistentes con la alimentación.
¿Qué hacer si sospecho que mi bebé tiene laringomalacia?
Si tu bebé hace ruidos respiratorios extraños al dormir o parece esforzarse al respirar, lo más recomendable es consultar con el pediatra. A menudo basta con una observación clínica y un seguimiento evolutivo. Solo en casos severos se indica una laringoscopia.
Otros términos relacionados
¿Te preocupa la respiración o el descanso de tu bebé?
En SleepyKids contamos con sanitarias colegiadas que pueden orientarte y ayudarte a establecer rutinas seguras y saludables para el sueño infantil.