La hipersomnia es un trastorno del sueño caracterizado por un incremento excesivo en el tiempo de sueño, tanto diurno como nocturno. Esto se traduce en una somnolencia excesiva durante el día, una mayor necesidad de sueño y una sensación de somnolencia a pesar de haber dormido una cantidad adecuada de horas. Los síntomas pueden incluir dificultad para despertarse, problemas para concentrarse y memoria a corto plazo disminuida. La hipersomnia puede tener muchas causas, desde trastornos psicológicos hasta problemas médicos subyacentes.
La hipersomnia afecta más a los adultos jóvenes de entre 18 y 25 años. Esto se debe a que esta edad es cuando la gente está en su mayor nivel de actividad y estrés. Esto puede causar que los adultos jóvenes sean más propensos a sufrir de hipersomnia. Además, la hipersomnia también puede afectar a las personas que sufren de depresión, ansiedad o trastornos del sueño.
Los bebés no pueden sufrir de hipersomnia. La edad desde la que se puede diagnosticar la hipersomnia es variable, pero generalmente suele ser a partir de los 6 años.
La hipersomnia en niños se trata de manera diferente de los adultos. Primero, es importante descartar la presencia de alguna condición médica subyacente que pueda estar causando el exceso de sueño. Si la hipersomnia se debe a un trastorno del sueño, los tratamientos incluyen terapia comportamental del sueño, modificación de hábitos de sueño y, en algunos casos, medicamentos. Los niños pueden beneficiarse de una evaluación por un profesional de la salud mental para descartar trastornos del estado de ánimo, trastornos del comportamiento o trastornos de ansiedad que puedan estar contribuyendo a la hipersomnia.