[1]Extraído del libro: Guerrero, R.(2018). Educación emocional y apego. Pautas prácticas para gestionar las emociones en casa y en el aula. Barcelona: Planeta Un niño que tiene un apego seguro es porque sus padres o cuidadores principales han respondido de manera empática y responsable a las expresiones emocionales de su hijo, ya sean estas de tipo positivo o negativas. Es decir, los padres han respondido de manera cercana y empática independientemente de que su hijo experimentara emocionas agradables o desagradables.
Esto ayuda a los niños a identificar las emociones y a ponerles nombre. De esta manera, el niño se siente aceptado de manera incondicional. Según Guerrero, los padres que son capaces de generar un apego seguro en sus hijos se muestran sensibles a sus necesidades, sintonizan fácilmente con sus emociones y sensaciones y son responsivos.
Se muestran preocupados e interesados de manera sincera por el cuidado y la expresión de las emociones de sus hijos. Son padres cálidos, afectuosos y que se muestran disponibles y receptivos ante las necesidades de sus hijos. Los padres con estas características ofrecen la posibilidad a sus hijos de explorar el ambiente y ser autónomos. No solamente es que les permiten ser autónomos, sino que los animan a que lo sean, sintiéndose orgullosos con sus pequeños o grandes logros.
Clasificación de los 4 tipos de apego según Ainsworth (1970):
Apego Seguro
DESCUBRE TODOS NUESTROS SERVICIOS POR EDADES
Referencias