Si os estáis planteando en pasar a vuestros/as peques de la cuna a su nueva cama lo primero y más acertado que os diremos es que no os precipitéis, pues es conveniente hacer cualquier cambio a su debido tiempo.
¿Cuándo es aconsejable pasar el bebé de su cuna a la cama?
Normalmente, no se recomienda hacer el cambio de la cuna a la cama hasta que nuestros/as peques tienen 2 años y medio o 3 años. La razón principal es que antes de esta edad no suelen estar preparados/as cognitivamente para entender que deben quedarse en su cama sin salir, pueden caerse y podemos tenerlos dando tumbos por su habitación con los riesgos que esto supone o que vengan de visita a nuestro cuarto alterando el descanso de toda la familia.
Esto ha cambiado un poco con las camas tipo Montessori, que son más seguras y que pueden ser una opción para hacer el cambio antes de esa edad para los peques que están más maduros cognitivamente. Esto debe valorarlo cada familia. ¡En nuestro caso, pasamos a Nina a la cama a los 18 meses, pero dejamos la cuna montada durante unas semanas por si acaso! .
¿Cómo hacer el cambio de la cuna a la cama?
Si vemos que nuestro peque ya está preparado/a para hacer este cambio, lo primero que haremos será involucrarle/a en este proceso. Como ya empiezan a entender y a razonar le podemos explicar que ya ha llegado el momento de ir a su cama de mayor. Podemos ir con el/ella a comprar las sábanas y otros accesorios para su nueva cama. De este modo el cambio será más divertido.
Cuando hagamos este cambio es mejor que no variemos su rutina de sueño, ya que, con el cambio de la cuna a la cama ya es suficiente. En este momento, mantendremos su rutina y seremos más consistentes que nunca.
Si durante la transición a su camita, se levanta y va a vuestro cuarto, le acompañaremos en silencio a su cama de nuevo y le diremos que tienen que quedarse en ella hasta la hora de despertar.
Le podemos acompañar un ratito para que esté tranquilo/a y vuelva a conciliar el sueño.