¿Qué es una crisis de sueño en bebés de 17 meses?
Una crisis de sueño ocurre cuando el bebé experimenta cambios en su descanso, aumentando los despertares nocturnos, la resistencia a dormir y la irritabilidad. A los 17 meses, estas crisis pueden estar relacionadas con:
- Mayor autonomía: A esta edad, los bebés están más independientes y pueden resistirse a dormir por querer seguir explorando.
- Ansiedad por separación: Continúa siendo un factor clave en esta etapa y puede hacer que el bebé demande más presencia de sus cuidadores.
- Adaptación a una sola siesta: Algunos bebés comienzan a reducir a una sola siesta diaria, lo que puede afectar su descanso nocturno.
¿Qué es una regresión del sueño en bebés de 17 meses?
Las regresiones del sueño son períodos en los que un bebé que dormía bien empieza a despertarse con más frecuencia o tiene dificultades para conciliar el sueño. A los 17 meses, pueden deberse a:
- Desarrollo emocional: El bebé es más consciente de su entorno y puede tener miedo a separarse de sus cuidadores.
- Mayor actividad física: Si está perfeccionando habilidades como correr o subir escaleras, su cerebro sigue activo incluso al dormir.
¿Cómo saber si mi bebé de 17 meses está en regresión del sueño?
Si tu bebé está atravesando una regresión del sueño, podrías notar:
- Despertares nocturnos frecuentes sin motivo aparente.
- Mayor resistencia a dormirse, incluso con su rutina habitual.
- Necesidad de más contacto y apego al acostarse.
¿Cuánto dura la crisis o regresión del sueño de los 17 meses?
Las crisis o regresiones del sueño pueden durar entre 2 y 6 semanas. Es fundamental mantener la rutina y ofrecer un entorno tranquilo para dormir.
¿Qué pasa con el sueño de los bebés a los 17 meses?
Los bebés de 17 meses suelen necesitar entre 11 y 14 horas de sueño al día, incluyendo siestas. Si están en la transición a una sola siesta, su sueño nocturno puede verse afectado.
¿Qué crisis hay a los 17 meses?
Las crisis más comunes en esta edad incluyen:
- Picos de crecimiento: Pueden hacer que el bebé demande más alimento o presencia durante la noche.
- Curiosidad y exploración: Su deseo de seguir jugando y descubriendo puede retrasar la hora de dormir.
- Regulación emocional: El bebé empieza a desarrollar frustraciones y puede expresarlas con llantos nocturnos.
¿Qué hacer si la crisis de sueño no mejora?
Si tu bebé sigue teniendo dificultades para dormir después de varias semanas, es recomendable consultar con nuestras especialistas en salud del sueño infantil. Ellas pueden ayudarte a personalizar estrategias para mejorar su descanso.
Cada bebé es único, y con paciencia, rutina y el apoyo adecuado, se puede superar cualquier crisis o regresión del sueño.