¿Qué es una crisis de sueño en bebés de 13 meses?
Una crisis de sueño es un período en el que los patrones de descanso del bebé cambian de forma inesperada, provocando despertares nocturnos más frecuentes, resistencia a dormir y mayor irritabilidad. A los 13 meses, estas crisis pueden estar relacionadas con:
- Mayor independencia: El bebé está desarrollando más autonomía y puede resistirse a dormir por querer seguir explorando.
- Ansiedad por separación: Es común que el bebé reclame más la presencia de sus cuidadores a la hora de dormir.
- Transición de siestas: A esta edad, muchos bebés empiezan a reducir sus siestas de dos a una, lo que puede alterar su sueño.
¿Qué es una regresión del sueño en bebés de 13 meses?
Las regresiones del sueño son períodos en los que un bebé que dormía bien empieza a despertarse con más frecuencia o tiene problemas para conciliar el sueño. A los 13 meses, una regresión puede estar relacionada con:
- Hitos de desarrollo: Muchos bebés ya caminan o están aprendiendo a hacerlo, lo que puede generar excitación y afectar el sueño.
- Cambios en los patrones de sueño: El bebé puede necesitar ajustes en su rutina de descanso.
¿Cómo saber si mi bebé de 13 meses está en regresión del sueño?
Los siguientes signos pueden indicar que tu bebé está pasando por una regresión del sueño:
- Despertares nocturnos más frecuentes de lo habitual.
- Dificultad para dormirse, incluso con su rutina habitual.
- Mayor irritabilidad y necesidad de contacto.
¿Cuánto dura la crisis o regresión del sueño de los 13 meses?
Las crisis o regresiones del sueño pueden durar entre 2 y 6 semanas. Es importante mantener una rutina constante y ofrecer apoyo emocional al bebé.
¿Qué pasa con el sueño de los bebés a los 13 meses?
A esta edad, los bebés necesitan entre 11 y 14 horas de sueño al día, incluyendo siestas. Sin embargo, la transición de siestas y la exploración pueden hacer que su descanso se vea alterado.
¿Qué crisis hay a los 13 meses?
Las crisis más comunes en esta edad incluyen:
- Picos de crecimiento: Pueden aumentar la demanda de alimentación nocturna.
- Exploración activa: El deseo de moverse y descubrir el entorno puede hacer que le cueste relajarse.
- Ansiedad por separación: Es posible que el bebé llore más al separarse de sus cuidadores a la hora de dormir.
¿Qué hacer si la crisis de sueño no mejora?
Si tu bebé sigue teniendo dificultades para dormir después de varias semanas, es recomendable consultar con nuestras especialistas en salud del sueño infantil. Ellas pueden ayudarte a personalizar estrategias para mejorar su descanso.
Cada bebé es único, y con paciencia, rutina y el apoyo adecuado, se puede superar cualquier crisis o regresión del sueño.