El Cortisol es la hormona de respuesta al estrés de nuestro cuerpo. Está determinado por el ritmo circadiano y sus niveles en sangre pueden variar durante el día y la noche.
Los niveles de Cortisol están en su nivel más bajo por la noche, que es el momento en que notamos somnolencia y nos vamos a dormir. Y son más altos en la madrugada, antes del amanecer cuando despertamos.
Cuando el cuerpo empieza a liberar cortisol en la madrugada, va preparándonos para despertar y estar activos al levantarnos. Un bebé o niño privado de sueño (que no duerma suficientes siestas por ejemplo) liberará cortisol para mantenerse despierto y eso puede provocar irritabilidad y que le cueste más conciliar el sueño.
También se pueden segregar elevados niveles de cortisol cuando nuestro bebé llora y no atendemos sus necesidades (métodos como el Cry it Out).